El 12 de diciembre de 2013, la comunidad
de Villa de Canalejas rindió un justo reconocimiento a los pioneros de la
construcción del Santuario Guadalupano del lugar, cuya construcción inició un
15 de diciembre de 1895.
Después de la ceremonia religiosa
presidida por el Obispo de la diócesis de Atlacomulco, Mons. Juan Martínez, él
mismo bendijo las esculturas erigidas a los sacerdotes Cesáreo de Jesús
Mondragón Felipe de Jesús Maldonado, y a los señores Santiago y Gerónimo
Noguez. Dichas esculturas fueron colocadas en la cima del cerro, en la bifurcación
del camino al Santuario, donde se juntan el camino de subida y el de bajada.
Pbro. Cesáreo de Jesús Mondragón:
Nació en Jocotitlán, México el 7 de
agosto de 1845. Hijo de José María Mondragón y de María Josefa Lovera. Hizo sus
primeros estudios en su tierra natal. Ingresó al Seminario Conciliar de México
y el 10 de julio de 1874 solicitó las primeras órdenes. Recibió el presbiterado
poco después de haber terminado sus estudios.
Prestó sus servicios sacerdotales en
Huichapan, Hidalgo, y en Jilotepec, siendo en este último Vicario y luego
Párroco. A iniciativa de él se comenzaron las obras de construcción del
Santuario Guadalupano en el Cerro de Canalejas, cuando era Cura párroco de
Jilotepec. Murió el 15 de septiembre de 1915.
Como última voluntad suya, sus restos
mortales descansan a un costado del altar donde se encuentra la Piedrita, en el
Santuario.
Pbro. Felipe de Jesús Maldonado:
Nació en Jilotepec el 4 de febrero de
1865. Hizo sus primeros estudios en su tierra natal, ingresó al Seminario Conciliar
de México y fue ordenado sacerdote en 1888. Prestó sus servicios sacerdotales
en Tacuba, Acambay, San Andrés Timilpan, Tolcayuca y Chapa de Mota.
Voluntariamente renunció a los honores merecidos por su carrera sacerdotal y a
la comodidad de su casa en Jilotepec para prestar sus servicios como capellán
en Canalejas y consagrar el resto de sus días y energías al servicio de la
Virgen de Guadalupe.
El 20 de febrero de 1917 se hizo cargo,
como primer Capellán, de la Iglesia de Canalejas y de las obras del templo, y
desde entonces vivió en un cuarto incómodo y frío que construyó cerca de La
Capilla, más tarde en otro construido en los sótanos del actual Santuario y
comía lo que los fieles de Canalejas le convidaban. Diariamente visitaba las
obras del Santuario siendo frecuente que pasara el día entero con los
trabajadores y aceptara de ellos el pan y la sal.
Comprendiendo que su fin estaba
cercano, hizo cavar su tumba en el Santuario a cuya construcción decidió
dedicar sus últimos días. Murió el 8 de marzo de l937 en Tacuba. Sus restos
mortales fueron trasladados a Canalejas y descansan en la tumba que él en vida
mandó cavar en la capilla del lado derecho.
Los señores Santiago Noguez Castillo y.
Gerónimo Noguez Padilla, padre e hijo, respectivamente, dedicaron su vida a
trabajar en la construcción del santuario. Vivieron los acontecimientos
relativos a la revolución y la persecución religiosa en estos lares, por lo que
se convirtieron en libros vivientes del siglo XX.